
Entrevista: Soy Prince Láuder: L´enfant Terrible

Entrevista y texto: Daniela Flores
Carlos Guerrero platica cómo llegó un estudiante de filosofía a ser, desde los quince años, un príncipe creativo de los más reconocidos en la escena vanguardista no solo de México sino a nivel mundial.
Si le vas a tirar, tírale a lo grande
Mi nombre es Carlos Guerrero, pero salté al mundo público como Prince Láuder por una entrevista que me hicieron a los 15 años donde me llamaron El príncipe de la moda, cuando literalmente era un niño, el príncipe Láuder, (el adolescente que ya había hecho una marca, una empresa y la había registrado). Comencé a ilustrar a esa edad en Vogue, Nylon y Harper´s Bazaar, pero pensé: «No quiero hacer sólo esto toda mi vida, no sólo quiero dedicarme a ilustrar revistas y que ahí se quede».
Y por azares del destino acabé estudiando filosofía en la UNAM, aunque todos se preguntaron mil veces ¿por qué?, si no tenía nada que ver con la moda ni el diseño, para mí fue la mejor decisión, la mejor casualidad de mi vida, porque me cambió el chip: conocí la autonomía y supe entonces que sí se podía hacer todo, que no necesitas estudiar diez años algo para poder intentarlo.
No hay que tener miedo de hacerlo, yo no lo tengo. No necesito estar en una escuela de arte para dirigir un performance en Londres o en Honk Kong, como ya lo he hecho; en México soy el creador más joven en realizarlo.
No provengo de una familia de artistas, es más, mis papás ni siquiera entienden lo que hago, de hecho nadie entiende que puedas vivir de esto, que sea una trabajo, es más allá de sólo fingir ser un artista frustrado que saca su estrés pintando.
A la fecha, he intervenido muebles, cafeteras, máscaras, muros, tiendas, y trabajado con marcas como Givenchy, Miu Miu, H&M, y si ahora me dijeran intervén un BMW, ¡Lo haría! ¡Yo siempre veo mi trabajo más allá de todos los formatos posibles!
Mis obras las realizo a través del mixed media, porque no tengo formación, sinceramente yo ni siquiera sé dibujar, ni pintar, ni tomar fotos, lo que hago es recortar revistas y pintarles cosas encima, ¡he hecho pinturas hasta con labiales o comida y soy feliz haciéndolo! Necesito meterle todo lo que me gusta para sentir que es muy mío.
¿Crees que soy vanguardista? Ésa es una etiqueta que te pone la gente o lo dice el tiempo, creo que la vanguardia es simplemente algo que no corresponde a los estándares del momento. Yo lo que hago es la reinterpretación de algo que ya existe.
Creo que la vanguardia es simplemente algo que no corresponde a los estándares del momento.

No me interesa imitar ni igualar a nadie, sólo quiero ofrecer mi propia visión del mundo y me encanta partir de la moda para crear, porque está en todos lados, en las calles, es algo político, pero no por las tendencias sino por ir a los orígenes y a las musas, a quienes yo siempre encuentro en la delicada belleza femenina, para mí todo esto es arte y moda, al mismo tiempo.
Yo no sé por qué la gente cree que la moda sólo está en las
pasarelas, la moda es buscar y encontrar con qué te sientes tú. Por muy
lujoso que esté algo, si no te sientes tú, no es moda.
Este año cumplí 24 años. Tengo agentes de venta en Europa y Estados Unidos. Cuando me preguntan ¿cómo le hiciste para llegar donde estás? Yo mismo no sé qué responder. He dado pláticas para jóvenes sobre esto y lo que les digo es, primero, elige algo que te guste, ojo, lo que más te guste; dos, tómatelo con toda la seriedad posible, ¿quieres hacer comida? Ponle nombre, una etiqueta, piensa en llevarlo a otros lados. Pregúntate quién es tu público. Piensa en la experiencia que vas a ofrecer. Mi obra, por ejemplo, la envuelvo finamente, tiene una identidad, stickers... Sé visionario y arriésgate, yo creo que uno no puede estar siempre en lo mismo y cuestiónate siempre lo que estás haciendo, mi visión desde los quince fue: si le vas a tirar, tírale a lo grande.
Esta entrevista fue publicada en la revista Fernanda en septiembre de 2016. Puedes leerla aquí:
Post a comment